Principios básicos de seguridad para los hogares

7 junio, 2018

La gestión de la seguridad en los hogares es una parte importante de nuestra vida y debe contemplar tanto la seguridad personal y familiar, como la seguridad de nuestro patrimonio. Un sistema adecuado debe cumplir ciertas funciones que nos aseguren contar con los componentes básicos de la seguridad.

Prevención: Todo sistema de seguridad debe ser capaz de prevenir una emergencia antes de que ésta se produzca.

Alarma: En caso de que la prevención falle, la alarma debe dar la alerta.

Reacción: Son las acciones a seguir una vez producida la emergencia. Éstas deben reducir al mínimo los daños.

Estos tres principios están estrechamente vinculados, por ello, los sistemas de automatización para el hogar suelen combinar varias funciones que los complementan. Además de las medidas tomadas para evitar la intrusión en la propiedad, existen sistemas que detectan humo, gas, fuego e inundaciones y que ofrecen además alarmas técnicas ligadas al confort, como medidores de temperatura, iluminación y comunicaciones.

Desde un punto de vista espacial, existen distintos modos de vigilancia:

Perimetral: Se refiere a la vigilancia de la zona exterior de la vivienda o edificio para avisar la intrusión, justo antes de llegar a la zona de protección. Esta zona debe estar bien iluminada y protegida con muros o vallas. Se trata de un área compleja, pues en ella surgen falsas alarmas por intrusión de animales o por condiciones meteorológicas especiales. La instalación de verjas electrificadas, con su debida advertencia de “no tocar”, y la instalación de cámaras, suelen ser medidas para disuadir.

Periférica: En esta zona los sistemas deben ser capaces de alertar y prevenir la intrusión directa a la zona de máxima seguridad, con cerraduras violentadas, ventanas rotas o puertas derribadas.

Los principales sistemas de vigilancia periférica utilizan sensores de movimiento, temperatura corporal, vibración en ventanas y cerraduras.

Volumétrica: Indican la presencia de intrusos en la zona de máxima seguridad (el interior de tu hogar). Aquí entra en acción la alarma, que se activa sólo cuando detecta individuos en el interior, a través de sensores infrarrojos, ultrasonido o microondas, capaces de cubrir áreas amplias. Son bastante confiables y deben ubicarse en zonas altas, que abarque zonas de tráfico obligado al interior de una vivienda.

Control de accesos: Cuando el intruso ha superado cada una de las etapas de vigilancia, sólo queda proteger el acceso a las diferentes áreas de la casa, por ejemplo, con la introducción de claves de acceso. Estos sistemas se basan en tarjetas electrónicas y magnéticas, que permiten identificar quién y en qué horarios ha intentado abrir tal o cual acceso.

Alarmas de agresión:También denominadas sistema de detección de pánico, permiten el aviso de una agresión a persona o propiedad y deben ser activadas manualmente, mediante un botón que genera una alarma silenciosa o acústica.

Esperamos que esta información te sirva para que identifiques si la seguridad de tu hogar cumple con los parámetros necesarios para evitar una emergencia y tengas las herramientas para decidirte por un sistema complejo, que te brinde el mayor grado de seguridad y confort.

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